Rafael Gandía
@grangandhi
En el Pabellón Príncipe
Felipe de Zaragoza ha comenzado a disputarse la novena edición de la
Supercopa Española que, después de acoger la Final de la Copa
Saporta en 1999 y de la Copa del Rey en 2005, recibía un nuevo
torneo a su activa historia deportiva.
FC BARCELONA –
VALENCIA BASKET
A las 19 horas se ha
dado el pistoletazo de salida a la primera semifinal. El actual
campeón de liga y poseedor de este título, el Fc Barcelona, y el
finalista de la ultima edición de la Eurocup, el Valencia Basket,
peleaban por un puesto en la final de esta tarde.
Los primeros minutos
sobre la cancha no hacían más que plasmar, pese a ser el primer
título oficial del año, que seguimos inmersos en pretemporada. La
precipitación y las pérdidas de balón eran la tónica dominante
sobre la cancha. El equipo catalán estaba más acertado, con un Ante
Tomic que enseñaba todo el repertorio de movimientos técnicos que
atesora. En el lado taronja pocas ideas en ataque y constante
precipitación para llegar al final del primer cuarto en clara
desventaja (22-12).
De vuelta al juego los
valencianos subían líneas, dificultando la salida del balón de su
rival. Así, un triple de Rafa Martínez ponía a su equipo a seis
puntos (30-24), obligando a Xavi Pascual a parar el arreón de los de
la Fuente de San Luis. El dominio en el rebote con la ayuda del
australiano Jawai, intimidando en todo momento bajo los aros,
mantenía el resultado para llegar con pequeño colchón de puntos
camino de los vestuarios (38-32).
Retornaban ambos a las
hostilidades, repitiendo la misma película que en el período
anterior: Valencia apretando más en defensa, y un Barça dominando
bajo los tableros. Perasovic daba entrada a Faverani, buscando dar
algo nuevo a los suyos, y vaya si lo lograría. El pivot
hispano-brasileño se encargaba de anotar y molestar en el juego
entre pivots azulgranas. Fruto de ello, faltando cuatro minutos,
Dubljevic minimizaba la diferencia (53-49). Tras un nuevo tiempo
muerto solicitado por el técnico barcelonés era la nueva perla de
nuestro baloncesto, Álex Abrines, quien volvía a estirar la
diferencia al término de los primeros treinta minutos (57-49).
Diez minutos definitivos
y todo por decidir. El actual campeón no acababa de cerrar el
partido, y los ches no
bajaban la guardia ni daban indicios de que lo fueran a hacer. Como
consecuencia de ésto, Markovic empataba el encuentro (60-60) a 5:45
para el final. Xavi Pascual tenía que solicitar un nuevo minuto para
parar una sangría que ahora sí era del todo preocupante. Pero sus
jugadores respondieron a sus indicaciones. De una forma muy seria, y
con dos hombres clave, Pete Mickael anotando, y Marcelinho Huertas
anotando y dirigiendo con maestría, marcaban un parcial de 17 a 3
que los llevaba directamente a la final de mañana (77-63), que será
su cuarta consecutiva.
REAL
MADRID – CAI ZARAGOZA
Segundo asalto entre un habitual
aspirante con el Real Madrid, y un anfitrión cargado de ganas de
hacer algo grande. Así, desde el principio ambos mostraron sus
virtudes. En los locales, el enorme entusiasmo y ganas. En los
visitantes, un poderoso juego interior. Los maños se mostraban muy
acertados en el lanzamiento de media distancia con un inspirado
Joseph Jones. Por parte blanca, Pablo Laso mantenía fresco a los
suyos a base de rotaciones. El juego interior era claramente a su
favor, donde Felipe Reyes y un Mirotic on fire
imponían una dictadura total incapaz de ser frenada por los locales.
Esta diferencia daba una pequeña ventaja cuando expiraba el primer
cuarto (17-21).
El segundo período nos plasmaba una escena muy similar a la del
primer acto. Muchas ganas en los aragoneses y un poderoso juego
interior blanco imposible de cortocircuitar. Los exponentes en ambos
bandos seguían siendo los mismos, Joseph Jones, y Nikola Mirotic y,
como consecuencia lógica,al descanso existía una diferencia casi
similar (31-36).
Tras la vuelta de vestuarios el encuentro dio un cambio de rumbo. Al
Cai se le encendió la reserva. La gasolina que le había hecho estar
enchufado ofreciendo una altas prestaciones parecía que se había
acabado. Los errores se acrecentaron, provocando numerosas pérdidas
que otorgaban contraataques claros para el Real Madrid. Y si alguien
se mueve como pez en el agua en estas situaciones es Sergio
Rodríguez. El “Chacho”, llevó el partido al son de su batuta,
lo que aprovecharon compañeros como Rudy Fernández, Carroll o
Slaughter, para disparar la distancia en el marcador. Finalizados los
treinta minutos de juego, un parcial de 9 a 22 daba lugar a un
contundente resultado (40-58).
El último cuarto sirvió para maquillar el resultado para los
locales y para que Laso hiciera debutar a Hernangómez, proyecto de
gran pivot nacional. Definitivamente victoria blanca (64-72) que
jugará una nueva final frente a su eterno rival.
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