Rafael Gandía @grangandhi
Un nuevo Fc Barcelona – Real Madrid. Otro Real Madrid – Fc
Barcelona. Pese a que a los “puretas” de este deporte les duela,
son los dos trasatlánticos del baloncesto nacional. Para los
azulgrana, revalidar su título y en consecuencia, su quinto trofeo.
Para los blancos, llevar a sus vitrinas una copa que aún no luce en su
amplia sala de trofeos.
Comenzaba Lorbek mandando en la pintura con cuatro puntos
consecutivos. Rudy Fernández no era menos y asumía la
responsabilidad anotadora de su equipo. Los catalanes cargaban
reiteradamente el juego sobre sus interiores que conseguían anotar
con facilidad. Sin embargo, un 6 de 6 en el triple, que por momentos
llegó a recordar la exhibición de la última final de la Copa del
Rey, mantenían por delante a los de la Castellana al expirar el
primer cuarto (23-30)
Pablo Laso daba la batuta al “mago” Sergio Rodríguez. El
“Chacho” aprovechaba los minutos para leer perfectamente el
partido. Sus continuas penetraciones acabando en balón al exterior o
asistiendo fácil sobre los pivots no podía ser frenadas en ningún
momento por una defensa muy blandita del actual campeón. Así, a 5
minutos del final, los madrileños marcaban la mayor diferencia en el
electrónico (31-42). Xavi Pascual, obligado a solicitar un tiempo
muerto, conseguía motivar a sus pupilos, que subían su actividad
defensiva. Un rápido 5-0 de parcial obligaba a Pablo Laso a ser
ahora el que detenía el encuentro (36-42). Pero la vuelta no
cambiaba el nuevo panorama que se había presentado. Nathan Jawai era
un coloso en la pintura y Joe Ingles aparecía después de partido y
medio para aportar en la anotación. Camino a los vestuarios con la
diferencia en su mínima expresión (43-44).
Parecía que la reanudación plantearía un escenario de igualdad,
pero sorprendentemente no fue así. Sergio Llull en un primer
instante, con Rudy nuevamente y un Carroll que parece que no está
tomando el testigo del menorquín, disparaban el resultado a su favor
para llegar a los definitivos diez minutos (56-65).
Era la hora de los valientes, pero éstos seguían siendo los
mismos, Sergio Llull y Rudy Fernández, que eran imparables para la
defensa azulgrana. Paraba de nuevo el choque Xavi Pascual, con quince
puntos abajo para su equipo (60-75). Pero la pareja pitiusa
Sergio/Rudy anotaba dos triples para poner la máxima diferencia del
partido (62-81). Era momento de la vergüenza torera de los culés, y
así fue. 8-0 de parcial, basado en el poder de Jawai, que recibía
con facilidad bajo el tablero. Pero Rudy tenía claro para qué ha
vuelto a nuestra liga, y no quería perder la oportunidad de ganar
del primer título que se le ponía delante. Aprovechando el bonus de
faltas en el que estaba metido su rival, el Madrid agotó el tiempo
para culminar lo que es el primer título de la temporada y el primer
golpe de efecto contra el eterno rival.
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